AESEMI se fundó con una premisa: dotar al ecosistema de semiconductores y microelectrónica de un foro específico para debatir, colaborar y trabajar en conjunto para mejorar el ecosistema. Hoy, casi 3 años después de la primera conversación acerca de la creación de este proyecto, y con casi 80 socios, podemos decir que estamos en el buen camino.
Como todos los procesos, los inicios son lentos y tediosos. Después de unos meses de trabajo intenso tras el acta fundacional, las estructuras operativas de AESEMI tomaron forma en Julio de 2022, momento en el que pasé a ocupar la gerencia de AESEMI. Fue un momento único donde teníamos un lienzo en blanco para diseñar qué queríamos ser, y para que en ese proceso pudiéramos participar todos. Diseñamos una estrategia que abarcaba desde la comunicación hasta aspectos puramente legales, o hacia el perfil de relacionamiento que debíamos tomar con las diferentes administraciones, y nos pusimos manos a la obra con la implementación.
AESEMI abordó ese proceso con 12 socios. A fecha de redactar este artículo ya somos 79 (aunque seguro que en la publicación ya estará desfasado), y con la vista en alcanzar el centenar en 2025 para convertirnos en un clúster de referencia a nivel europeo. Somos miembros activos de las principales asociaciones y alianzas europeas, y poco a poco vamos tomando relevancia fuera de nuestro continente. Aquella estrategia funcionó, y de qué manera.
Como aspectos fundamentales de ese proceso que aún nos acompañan hoy: la ligereza a la hora de tomar las decisiones, la transversalidad y apertura a la participación, la involucración directa de las entidades públicas, el apoyo decidido a la acción administrativa -con la crítica sana cuando se deba-, o la vertebración del ecosistema desde la base. Todas ellas forman parte del ADN propio de la asociación, y estamos decididos a mantenerlos como seña de identidad.
El crecimiento, no obstante, lleva aparejado muchos retos. AESEMI debe consolidarse en el tejido industrial y asociativo nacional, y continuar trabajando su marco de relaciones. Contamos con mecanismos que nos permiten colaborar con muchas otras entidades, pero es necesario seguir avanzando en ese camino. La complejidad de nuestro sector así lo requiere, porque hay batallas que no podemos, ni debemos, luchar solos.
Debemos trabajar también en muchos otros aspectos, como el análisis permanente de las necesidades de nuestros socios para dar servicios más útiles en su día a día. Ejemplos como los servicios lanzados este año son buenos, y cuenta de ello dan los casos de éxito de colaboraciones a través del servicio de partner search o de la puesta en marcha del Directorio de Socios, o el interés que han suscitado los envíos específicos de actividad internacional o incentivos, y que sin embargo, seguro que tienen aún capacidad para mejorar. Debemos avanzar también en conformar espacios transparentes de información donde facilitemos al máximo la cooperación y la colaboración, y en muchas otras cosas más.
Nuestro futuro es apasionante, y espero que estemos siendo capaces de transmitir esa pasión a todos los que nos rodean. No puedo terminar esta breve reflexión del trabajo realizado sin realizar algunos agradecimientos. El primero, a todos los socios, colaboradores y amigos de AESEMI, porque habéis hecho posible el éxito que celebramos hoy. El segundo, a aquellos 12 socios que apostaron por una asociación joven y pese a la incertidumbre decidieron
comprometerse y trabajar para diseñar lo que es hoy AESEMI. El tercero, al equipo interno, que día a día hace lo imposible para hacer realidad este proyecto. Y el cuarto, seguramente el más importante, a los socios fundadores, por su generosidad, compromiso y visión, por que la labor más difícil es sin duda la de tener el valor de convertir una idea en realidad.
A todos, gracias, ¡y a seguir trabajando!